Sofreimos cuatro o cinco dientes de ajo en una cazuela con un generoso chorro de aceite. Retiramos el aceite, sumándole un huevo y un poquito de vinagre, hacemos una especie de mayonesa algo líquida a la que una vez ligada, añadiremos los ajos que batimos igualmente.
En la cazuela, ponemos las doradas, con unos cortes horizontales, y vamos haciendolas a fuego medio añadiendo un poco del megunje de vez en cuando para que adquiera sabor mientras se cocina.
Servir regandola con el resto de la salsa. Resultado suave, rico, recomendable, receta aplicable igualmente a las lubinas
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