Anecdota, verídica:
- se abren las puertas del ascensor y una muchacha d unos treinta y algo proveniente del garage me saluda pizpireta, yo contrariado, devuelvo el saludo y le (es lé, o es lá, a veces no tengo demasiado claro estos casos de laismo, es complemento indirecto, seria "le", pero la tampoco suena mal "la", en fin, rectifico que es de sabios, o en este caso de ignorantes)
devuelvo el saludo y comento.
- vaya, iba a salir a dar una vuelta y fijaté !se me ha pinchado una rueda!.
La moza, poniendo expresión de horror: Oh! Que faena! La rueda del coche.
Y yo, ligeramente azorado por mi fatalismo: ..no. De la bici.
Y ella, riéndose: jajaja..no pasa nada hombre!. Imaginaté q hubiese sido la del coche. Has tenido suerte!
Y yo, riéndome; !Jajaja...tienes razón. Soy un tio con suerte!.
Despidiendome hablando en alto como si pensase. "Hay que ver que afortunado soy! Se me ha pinchado la rueda de la bici!!"
Lo malo ha sido hoy, q al ir a cambiarla, no encuentro la bomba! Se la habré dejado a alguién?
q cosas!
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