aventuras y desventuras de un superviviente en la jungla madrileña, germanofilo y amante de la belleza,...preferiblemente femenina.

sábado, 7 de julio de 2012

Seres del subsuelo

Era un tipo grande,  más bien enorme, no es que fuese muy alto pero impresionaba. Su cabeza era inmensa, había visto de leones, búfalos, toros, pero no pasarían sino por capita de boquerón si los comparábamos con aquel buque coronado por una cresta tizona. Enfundado en su sudadera verde, semejaba a Hulk pero en versión Maxi. Llevaba una mano enfundada en un barato guante de algodón negro con el que se adheria a la barra, y tocaba todo, privando a la mano desnuda de cualquier contacto con lo mundano. Quizás fuese un maniático, un microbiofóbico, si se me permite el palabro.

En el Julio torrido e insufrible del suburbano ver a este elemento sobrenatural con la sudadera y el guante hacia aun más consumirte en calor. Aquel tipo fóbico, indudablemente atérmico, y con espuertas por gorra era un elemento extraño en el decorado diario.

Al rato de apoyarse ocultando las dos puertas de salida, ocupó uno de esos asientos reservados para minusválidos que nadie respeta y que los invalidos no demandan. El resto de los presentes quedamos atónitos de contemplar aquella anatomía de gigante encofrada en un solo asiento. Mientras se perdía en una conversación insulsa propia de las parejas estables, girando artificialmente el brazo opuesto, acariciaba distraídamente a su pin de novia, hacia desaparecer bajo su guante de ogro, al menos media moza.Lo hacia con el guante, que romántico.

Recomendación literaria del día "Un Naufrago en la Sopa" de Alvaro de LaIglesia, para aquellos que aun esten a tiempo de salvarse, y para los que murieron en vida.