aventuras y desventuras de un superviviente en la jungla madrileña, germanofilo y amante de la belleza,...preferiblemente femenina.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Biscotto bochornoso en la F1


  • Se cumplió el imperativo de un hombre de rojo en el podio de Monza
  • Pleitesía y favor a los apoderados del tablao
  • Escándalo ante el silencio cómplice de la prensa española e italiana
Poco desesperaron en Maranello ante el décimo puesto de su protegido en la ronda de clasificación, sabiendo que sí o sí, habría de subir al podium al día siguiente.

Se consumó el conchabe ante la displicencia de la Fia, sabedora del poder económico que fluye en forma de marketing del tiffosi, al que hay que tener contento para que no desconecte.

El sabotaje comenzó la misma noche, un impenitente calvo, con alcachofa naranja y verborrea insufrible boicoteó la bomba de gasolina del mejor piloto de todos los tiempos, ganador del último gran premio y amenaza real del asturiano.

Empezó el GPremio y con ella la sucesión de acontecimientos concertados que auparían al altivo a los escalones jaleados.

Una Decisión controvertida y a todas luces injusta, por no dejarle pasar y hacer una reverencia al endiosado, envió al acosado talentoso germano a un drive through que lo alejaba de cualquier posibilidad de triunfo. La persecución de la Fia al muchacho roza ya lo ridículo.

El caballero Button, que marchaba segundo, vé como su bomba trucada le deja en la estacada cuando coleccionaba vuelta rápida tras vuelta rápida

Una amenaza de descalificación, por la cara, para la próxima temporada del equipo austriaco obliga a los hombres del box a hacer parad a los chicos de las alas voladoras, para poder disminuir artificialmente la distancia en el campeonato de constructores. La acción fue tan desvergonzada, que a los gerifantes azules no se les ocurría escusa plausible para no desvelar el pasteleo que Eclestone y cía les exhortaban a realizar.

Y para colmo, Massa, que realizaba su mejor carrera en lo que va de año, es traicionado desde su misma casa y condenado a parar y tomar un refresco hasta que una hora después le adelante el mimado cuellicorto.

Menos mal que en su predicción siciliana, y su conjura infame olvidaron que por allí andaba un mejicano que no se atenía a razones y era ajeno a todo, y osó a hacer lo que nadie se atrevió por miedo a desaparecer no ya del circo, sino de la faz de la tierra, adelantó con facilidad pasmosa a quien todo lo manipuló desde el día antes. Los reiterados intentos desde el box rojo por hacer parar la bala blanca llegaron demasiado tarde, y lo que pudo ser plata fulgurosa acabó en bronce mancillado. 

Pero el mal ya estaba hecho.Consecuencias: Red bulk diezmado en constructores, Jenson, Webber y Sebas definitivamente descartados por el cetro final, la hinchada italiana, acostumbrada a una larga tradición de amaños y argucias, sin querer ver el engaño, eufórica y feliz, Eclestone relamiendose por haberse asegurado los ingresos y el de la alcachofa exultante e irreverente, tapando las vergüenzas de un espectáculo que hace mucho dejo de ser limpio.

Habrá que leer el imparcial Bild o el objetivo Thesun para saber la verdad de la historia.
Porca miseria!