Una de esas pelis por las que merece la pena desvalijar la cartera y adentrarse en las salas. Porque impresiona que una cristalera estalle a tu espalda, mientras cientos de frutas sobrevuelan tu cabeza o que un oceano salvaje te embista y cubra. Algún día los efectos evolucionarán y podremos oler lo putrefacto que huele el protagonista, calarnos al unisono o recibir bofetones atenuados, será el valor añadido que haga sobrevivir al cine, aunque claro a ver quien irá a ver una de chinos.
EL film en sí tiene algo de peli de culto. No dudo que ocupe un lugar en filmotecas, cercano a otros hitos de la ciencia ficción, tipo Matrix o Blade Runner. En seguida se vé, el guión es bueno, original y la historia, sino te pierdes, te mantiene atento hasta el final, si es verdad que quizás dure demasiado y la trama se haga algo densa y si vas a ultima hora, como yo, puedas pegar alguna cabezada, pero hay que verla, sí o sí. No lo pienses.
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