aventuras y desventuras de un superviviente en la jungla madrileña, germanofilo y amante de la belleza,...preferiblemente femenina.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Entre las paredes del palacio de longoria.

La delgada linea que separa la notoriedad del anonimato se basa en pequeños detalles, nimios factores, no estar ahí en el momento adecuado, no haber aparecido ese instante cuando el autobus te pasaportaba al estrellato, o que este simplemente no le dio por pasar

El cupo es reducido, la inmensa mayoria se queda en el camino. Un ejemplo, unos 1000 chavales que pululan por la Masia soñando con vestir la elástica del mejor equipo del mundo pero la plantilla del primer equipo no pasa de 20, incluyendo fichajes, no hace falta un doctorado en matemáticas para ver que porcentaje practicamente nulo alcanzara su propósito. Innumerables deportistas en todas las disciplinas quedan atrás tras prometer mucho, una lesión a destiempo, una vacilación inoportuna. Cuantos grupos no terminan de salir de su garage y tienen que abandonar cuando blanquean sus sienes sin acabar de salir de sus circuitos de garitos locales y conciertos de intimos, carecieron de una promoción oportuna, quedaron segundos en aquel concurso radiofónico, su aparición televisiva no paso de ahí y las urgencias de la cotiniedad o el matrimonio acabaron por apartarles de su senda.



Hace poco asistí a un recital acustico entrañable. Una creadora, sin más armas que su guitarra, para un repertorio de lo más florido, rock, flamenco, otras típicas de cantautor. Un doctor Jekill de dicción perfecta, composición aseada, ritmos pegadizos y voz que nada tiene que envidiar a cualquier estrella se alternaba con una monologuista brillante de cerradisimo aciento murciano, a veces dificil de entender, en el que desglosaba chascarrillos entremezclaba los más variados asuntos improvisando sobre las tablas antes de prologar el siguiente "temica". Un espectaculo, un show en si misma, algo digno de disfrutar.Quizás a ella también le falto esa oportuna firme promoción, o el autobus no quiso parar en su estación, o fue victima del cupo, sino, no lo entiendo

1 comentario:

Anónimo dijo...

las oportunidades mayormente se crean, muy pocas veces surgen...