aventuras y desventuras de un superviviente en la jungla madrileña, germanofilo y amante de la belleza,...preferiblemente femenina.

viernes, 7 de octubre de 2011

Tributo al sumo sacerdote.

Hace un par de años, nos dejó Umbral, quedé conmocionado con la nueva, pero coincidió en el tiempo con la aciaga e inesperada despedida de un joven futbolista, y el hecho, el adiós del acido y ameno narrador pasó desaperbicido por las masas avidas de morbo.

Hoy se casa una estrafalaria señora mayor en el corazón de la tierra de los excesos y disparates y eclipsa el adios de otro insuperable. El vulgo es soberano al elegir sus entretenimientos, a seguir recreandose en los combates de los coliseum, y las luchas entre bestias, eternamente.

Nos deja un grande y quedamos todos privados de futuras efusiones al comprar el proximo gadget.

Aquel que nos liberó del monopolio tiranico y dictatorial de los pantallazos azules, la ineficencia de los sistemas, del despilfarro de costosos recursos. Que nos otorgó un criterio diferencial, alejandonos de los farragosos y conflictivos Linux, que nos robaban la vida con sus conflictos eternos y del comercial imperialismo de las ventanas.

El gurú que nos convertia en fanaticos embajadores de su producto al poco de probarlo, ante una muchedumbre que seguía vagando por los avernos de la mediocridad, aparatos tan precisos como preciosos, insuperables...insuperables hasta que salía la siguiente versión, claro, tan a años luz de la anterior, y nos invadia una irrefrenable ola consumista que nos imperaba a adquirirlo, a pesar del exquisito funcionamiento de la "release" anterior.

Oh maestro que revolucionaste el mundo del movil, dandole dimensión al adjetivo smart y haciendo claudicar a los más irreductibles talibanes del dispositivo funcional de llamar y recibir mensajes por las pantallas de las mil tareas.

Tu que llenaste nuestra vida de ipad, ipods, iphones, y macs, que nos facilitaste lo cotidiano, e hiciste atractivo lo que tanto nos intimidaba, nos dejas solos, a nosotros, que te seguimos ciegamente jurandonos no volver a cruzar la cera hacia el lado de las sombras y desesperación de los que se recrean en los reportajes de las nupcias de una momia descalza enfundada en rosa. Hoy quedemos privados de talento, exquisites, belleza y diseño. !Que será de nosotros ahora!

Descanse en Paz. Steve Jobs,

Popotamo

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