aventuras y desventuras de un superviviente en la jungla madrileña, germanofilo y amante de la belleza,...preferiblemente femenina.

jueves, 13 de mayo de 2010

relato de un sueño...

Y a un parque le sucedia otro y luego un siguiente, y eran así grandes, como todo allá, con sus amplias avenidas de tierra separando el cesped, en la que se disponían las tumbonas metálicas,

que en Polonia se hubiesen llevado pero que allí quedaban frente a los estanques buceados por un par de carpas gigantes, y patos oscuros, y mitología abrigando los caños en conjuntos encargados a italianos talentosos, cuando los reyes mandaban y modificaban, a guisa de alcaldes, las ciudades. También para qué, si el rincon más romantico resulta ser un pasillo alicatado de sables.


Pq allí todo es brasserie,donde tomar el thé vert y omellete-fromage, con sus
filósofos de visión catastrofista, con los que conversar en compañía hermosa, poliglota y erudita, condenada, a su pesar, a las gafas por heridas ignorando que le dan un toque intelectual que la equipara al asceta de las bolsas de libros de humanidades. Y a estas brasseries les suceden los cafés donde todo es gusto y encanto, de precios imposibles y lectores de "journales".


Y quedan las iglesias góticas, que no vienen en las guías, velando enigmas en fachadas e interiores y que emergen siniestras con sus agujas afiladas y esas gárgolas que estiran el cuello hasta lo indecible, como si la cabeza quisiera escapar del cuerpo, para acechar al viandante.
Y el refugio del arte recopilado custodiado por más arte a la entrada, dnd volverte loco para encontrar la senda que no dejar nada que no quieras al margen.

Y los puentes surcados por las barcazas, de los que salen aggggsss! ohhhhss!!! al ritmo relampageante de los flashes, hasta que la lluvía pertinaz, azuza el cauce y tienen que guarecerse bajo cubierta ahogandose sus maullidos agudos.
Y los cementerios con tantos gentilhombres, tanta historia, ese olor, esa paz, la adolescente eterna naturista buscando a Morrison, recorriendo divisiones inquieta mirando el plano. Yo me quedo con Balzac,
que tanto me ha hecho disfrutar y queda cerca, o con Proust, que tb descansa allá, más sobrio pero no menos brillante.Pa lo que hemos quedao Marcel...pa lo que hemos quedao y que cubierta más roma q t han puesto, leche,
con lo que tu eras, como dijo Bogart, "siempre nos quedará..."


Un abrazo
Popotamo.

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