Vivimos el primer mundial de internet. De pegarnos con las paginas nido que nos ofrecen enlaces,en busca del stream que no sea intermitente, que nos dé una señal nitida, a ser posible en francés, alemán o algun idioma amigable, sino pues en coreano o chino, lo importante es verlo, que habrá que esperar cuatro años hasta otra. Y a saber, que tal como estan las cosas, si entonces aquí seguiremos o no, porque garantizar la vida a cuatro años, se antoja tan aventurado como majadero, por si acaso disfruta del hoy y ya vendrá el de mañana.
El primer mundial de resúmenes en la pagina del Marca, a ver el partido matutino que por ineludibles obligaciones te perdiste. Pero ante todo del mundial del despiporre, en el que el tiqui taca de la furia aparece en su versión estéril y anodina fracasando contra Suiza, o en el que Brasil basa su juego en un errático y desaparecido media punta como si allí permanecieran ajenos al naufragio del ex-ídolo de la casa blanca, o donde Alemania deja el fútbol romo y armado, se carga de talento y se abre a bandas.
Pero sobre todo el mundial de las "vuvuzelas". El sudafricano se rebela como un tipo cansino e infatigable, 90 minutos de atronador bramar trompetero, !que coñazo! Que bajen ya el sonido ambiente en las retrasmisiones, que filtren los ecos de los avernos.Se hace insufrible ver nada, contra más jugarlo. Y entre tanto fuego, calor y plomazo las detienen a ellas, un oasis de belleza rubia entre las calderas de Botero, por publicidad encubierta, cuando cualquiera pagaría por tener tales ángeles en sus gradas, !con el juego que daban!. Enorme torpeza, Fifa, enorme torpeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario