Otra de las ciudades de las que me gustaria hacer incapie.
Reseñable fortaleza junto al mar, corredor de Danzig, con unos fish and chips buenisimos, unos cafes del gusto cracoviano.
Allí encontre una calle (ulrica Marika) donde nunca da el sol,
soberana delicia, llena de tiendas de ambar, en pleno casco antiguo, callejuela que viene de dar del centro al mar, sus soportales y su luminosidad tenue le dan un toque intensamente misterioso y romantico.
Allí me hospedé por 8 euros, con desayuno incluido, conexion a internet, blablabla...por lo general los hostales en Polonia son bastante aseados, suficientes sin excesos, céntricos (al menos los que yo elegí), y el trato tiende a ser afable, (a pesar del episodio de Breslaw).
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